Después de reunirse con el guía local en el vestíbulo del hotel van a ir hacia Bran, un pequeño pueblo, donde podrá visitar el famoso Castillo de Dracula. El castillo fue construido a finales del siglo 14 por los sajones de Transilvania y sirvió como aduana entre Transilvania y Valaquia durante muchos siglos. Hay leyendas e historias que dicen que Dracula vivía allí. La verdad puede ser descubierta solo durante el recorrido por el interior. Después de su visita, pase un rato en el mercado y compre algunos recuerdos para llevar a su casa. Al mediodía,  esta esperado a tomar el almuerzo en Transilvania, donde podrá disfrutar una comida tradicional de 3 platos, con agua incluida. Por la tarde, disfrute del viaje de vuelta en autobús a Bucarest.